E s t r é s

Estrés y estrés post traumático persona explotando un globo

Estrés deriva del griego “stringere”, que significa provocar tensión. Esta palabra se utilizó por primera vez en el siglo XIV y a partir de entonces se empleó en diferentes textos e idiomas como “estrés”, “stress”, “stresse”, “strest” y “straisse”».

Estrés

Descripción general

El estrés se define como el mecanismo desencadenado cuando una persona se enfrenta a un exceso de situaciones que sobrepasan sus recursos disponibles. En consecuencia, se ve incapaz de satisfacer las demandas que se le imponen.

En tales momentos, la persona experimenta una carga excesiva que puede afectar tanto a su bienestar físico como psicológico y personal.

Las causas del estrés son diversas, si bien no siempre conlleva connotaciones negativas, ya que también puede manifestarse de manera positiva. En estas circunstancias, el estrés opera como un proceso adaptativo de los individuos al entorno.

Por ejemplo, puede surgir estrés cuando alguien siente frío y tensa los músculos para generar calor, durante el proceso digestivo, o al reducir el tiempo de sueño para estudiar.

El estrés resulta fundamental para la vida. Tenía sentido en épocas antiguas, cuando el ser humano se dedicaba a la caza y este mecanismo le alertaba del peligro. 

Actualmente, las adversidades son diversas y las situaciones cotidianas o laborales pueden activar este mecanismo sin que nuestra vida esté en peligro.

Síntomas

El estrés puede desencadenar una gran variedad de síntomas, tanto físicos como psicológicos y emocionales.

A menudo, las personas afectadas no relacionan estos signos con el estrés. Entre los más comunes se encuentran:

La falta de sueño puede mantener a la persona en un estado de hiperactividad prolongada, lo que puede resultar en problemas de salud física y mental






Tipos

De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA), el estrés, en su fase normal, puede clasificarse en dos tipos:

Debido a su breve duración, suele tener un impacto limitado en la salud.



Las personas que sufren este tipo de estrés pueden llegar a acostumbrarse tanto a la sensación de activación que pueden no ser conscientes de ella, lo que puede resultar en problemas de salud.






Diagnóstico

La manera más común de diagnosticar el estrés es a través de una evaluación llevada a cabo por un profesional. Estos especialistas suelen utilizar uno o varios cuestionarios que ayudan a identificar a los pacientes que sufren de estrés.

Uno de los cuestionarios más utilizados es la escala de estrés percibido, diseñada para medir el nivel de estrés en diversas situaciones de la vida.

Además, existen otros cuestionarios que evalúan los eventos estresantes vitales o las consecuencias emocionales que pueden experimentar las personas sometidas a altos niveles de estrés.


La escala de estrés percibido fue creada por Cohen, Kamarck y Mermelstein. Originalmente constaba de catorce preguntas, que debían ser valoradas en una escala del cero al cuatro, donde cero representaba "nunca" y cuatro "siempre".

Algunas de las preguntas incluidas son las siguientes:



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