D e p r e s i ó n
«La palabra depresión viene del latín “depressio, depressionis” (hundimiento, zona de terreno hundida o hundimiento en sentido moral). Esta compuesta por: el prefijo “de-”, que indica decaimiento o privación de arriba abajo, la palabra “pressus” (apretado, hundido) del verbo latino “premere” (presionar), y el sufijo “-sio” (acción y efecto)».
Depresión
Descripción general
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que causa un sentimiento de tristeza constante y falta de emoción o entusiasmo (apatía), y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades (anhedonia).
También denominada «trastorno depresivo mayor» o «depresión clínica», afecta a los sentimientos, a los pensamientos y al comportamiento de la persona, y puede causar una gran variedad de problemas físicos y emocionales.
Es posible que se experimenten dificultades para realizar las actividades cotidianas y que, a veces, la persona sienta que no vale la pena vivir, que la vida carece de sentido.
Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una debilidad, y la persona no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla.
La depresión es una enfermedad con base biológica y unas características muy determinadas, por lo tanto, el mejor pronóstico se dará bajo un tratamiento específico.
Síntomas
Si bien la depresión puede darse solamente una vez en la vida, por lo general las personas tienen varios episodios de depresión.
Durante estos episodios, los síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos los días, y pueden consistir en:
Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío, desesperanza, o ausencia de emociones y entusiasmo en general
Arrebatos de enfado, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia
Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales que antes generaban bienestar y gratificación, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
Alteraciones del sueño, como el insomnio o dormir demasiado
Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor
Falta de apetito y pérdida de peso, o aumento de peso
Ansiedad, agitación o inquietud
Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
Sentimientos de inutilidad o culpa, rumiación mental
Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio
Pensamientos negativos recurrentes sobre la propia persona, el mundo o el futuro
Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza
Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves como para causar problemas evidentes en las actividades cotidianas, como en el trabajo, en la escuela, en las actividades sociales o en las relaciones con otras personas.
Algunas personas pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente el porqué.
«La palabra distimia es de procedencia griega, bajo denominación “δυςθυμια” (dysthymia), compuesto del prefijo griego “δυς” (dys), dificultad o mal, y “θυμος” (thymos), que significa ánimo».
Trastorno depresivo persistente
Descripción general
El trastorno depresivo persistente, también llamado distimia, es una forma de depresión continua y a largo plazo (crónica) que se expresa con síntomas similares en cualidad, pero en general más leves que los de la depresión mayor. Es posible que se pierda el interés en las actividades normales de la vida cotidiana, que la persona se sienta desesperanzada, que se vuelva improductiva y que tenga baja autoestima y una sensación general de ineptitud.
Estos sentimientos duran años y pueden afectar en gran medida a las relaciones personales y al desempeño en la escuela, en el trabajo y en las actividades diarias.
Si se padece el trastorno depresivo persistente, es posible que se experimente dificultad para experimentar optimismo incluso en ocasiones felices. Puede que a la persona se la describa como pesimista o negativa.
Aunque el trastorno depresivo persistente no es tan grave como la depresión mayor, el estado de ánimo deprimido puede ser leve, moderado o grave, y tener consecuencias igualmente incapacitantes.
Debido a la naturaleza crónica del trastorno depresivo persistente, sobrellevar los síntomas puede resultar difícil, pero una combinación de sesiones de psicoterapia cognitivo - conductual y de medicación pueden ser eficaces para tratar esta condición.
Síntomas
Los síntomas del trastorno depresivo persistente, por lo general, aparecen y desaparecen durante años, y su intensidad puede cambiar con el tiempo. Sin embargo, los síntomas no suelen desaparecer durante más de 2 meses seguidos.
Además, pueden presentarse episodios de depresión mayor antes o durante el trastorno depresivo persistente, situación que recibe el nombre de «depresión doble».
Los síntomas del trastorno depresivo persistente pueden causar impedimentos considerables, y pueden incluir:
Falta de interés en las actividades diarias
Tristeza, sensación de vacío, depresión
Desesperanza
Cansancio y falta de energía
Baja autoestima, autocrítica o sentirse incapaz o inútil
Dificultades para concentrarse y tomar decisiones
Irritabilidad o enfado excesivo
Disminución de la actividad, eficacia y productividad
Evitar las actividades sociales, aislamiento
Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado
Falta de apetito o comer demasiado
Problemas para dormir